lunes, 14 de julio de 2008

En directo - De Interés Patriótico Innegociable

Ahora que el mundo mira hacia Colombia en ocasión del rescate de un grupo de rehenes secuestrados por la Fuerza Armadas Revolucionaria Colombiana - FARC- los lauros y reconocimientos son para el presidente Álvaro Uribe a quien hay que darle razón y sabiduría porque contra vientos y mareas planteó y está aplicando certeramente su doctrina de Seguridad Democrática como un asunto patriótico innegociable.

Sin reparar en las críticas que se hicieron dentro y fuera de Colombia el presidente Uribe ha mantenido el empuje de su política de Seguridad Democrática como piedra angular de la campaña contra la -FARC- y ahí están los resultados que muestran cuán efectivo ha sido en el debilitamiento de los grupos narcoterroristas, paramilitares y la disminución de los niveles de violencia.

Con ese mismo carácter y seriedad, como asunto de interés patriótico innegociable, debemos los dominicanos implementar y mantener en forma permanente una política migratoria firme y coherente y de no hacerlo así, iremos perdiendo nuestro vital espacio soberano y a la larga perderemos nuestra identidad como nación.

Es un imperativo definir nuevas estrategias de seguridad que respondan efectivamente a las demandas de protección que necesita el pueblo dominicano que desde hace buen tiempo esta siendo saboteado por peregrinos que se creen con derecho. Es preciso activar tareas en esa dirección e ignorar las voces de doble caras que siempre están enarbolando situaciones que perjudican los intereses nacionales. El problema migratorio no es racista, es una contrariedad que acecha la nación en su soberanía.

Tenemos que establecer un nuevo orden interno donde se priorice la soberanía como guardia que impida el avance de los malos dominicanos y los extraños que se esconden detrás de cuestionables instituciones. Es preciso vernos en el espejo de naciones que por encima de todo priorizan sus intereses nacionales, si queremos progresar en una justa política migratoria, una materia que aún tenemos pendiente.

Tenemos una ley que no ha sido implementada por falta de voluntad política, por ello, observamos con preocupación un comportamiento que raya en la indefinición en materia migratoria y no se quiere entender que no se puede esperar pasivamente que esa indefinición traiga problemas mayores para comenzar a aplicar la ley.

Es preciso definir una efectiva y legítima política migratoria como un derecho de Estado que nos asiste, aplicar los mandatos de la ley y concretar instituciones publicas que estén a la altura de la importancia del tema. De eso se trata, de vigilar para garantizar la libertad, la paz interna y la integración nacional. Es un asunto de interés patriótico innegociable.

Por Freddy Sandoval

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